Hoy no basta con tener un buen sueldo para mantenerse en un mismo trabajo. Aunque en la mayoría de los casos la mejora salarial es la motivación para cambiarse a uno nuevo, cada vez son más los factores que influyen en esa decisión. De acuerdo con un estudio de Infojobs realizado en España a inicios del 2020, en el 79% de los casos un sueldo mayor fue la razón para cambiar de empleo, pero un 55% de los empleados se planteó dejar su puesto de trabajo por otras razones. Todas esas posibles razones caben dentro de lo que ha sido denominado como el salario emocional.
¿Qué es el salario emocional? Es el conjunto de beneficios no económicos que percibe un empleado dentro de una empresa y que lo hacen sentirse cómodo dentro de ella. A través suyo, el contrato laboral trasciende el aspecto monetario y alcanza una nueva categoría que se ha llamado el “contrato psicológico”.
La imagen de los ingenieros de Google en Silicon Valley jugando una partida de fútbol o billar, es quizás la más conocida para aludir a este concepto. Pero no es el único caso: cada vez son más las organizaciones que han decidido invertir en el salario emocional de su personal.
Este tipo de ´contratos’ permite a los empleados reducir su estrés, aumentar su productividad y compromiso con la empresa, y equilibrar su vida laboral y personal. Para las empresas, los salarios emocionales consiguen aumentar su competitividad y mejorar su rendimiento sin incurrir en mayores costos, reducir el ausentismo laboral y fortalecer la percepción positiva sobre ella. De acuerdo con un informe del grupo español Alares, el salario emocional produce una reducción del 18% de la rotación de personal y en un 13% las bajas por estrés, a la vez que mejora en un 37% la imagen de la marca empleadora y en un 19% la retención de talento.
Ejemplos de salario emocional
El salario emocional no es algo fijo, pues dependerá de las prioridades de cada persona en función de sus necesidades y contexto. Pero, más allá de las expectativas de cada una, hay algunos puntos en común por los que deberán apostar aquellas empresas que quieran retener su talento a través de un salario emocional:
1.- Desarrollo profesional
La posibilidad de ascender y alcanzar el bienestar laboral es una aspiración de todos los trabajadores, por lo que siempre se valorará la oportunidad de adquirir conocimientos que permitan mejorar su perfil profesional y mantenerse actualizados, así una promoción interna justa y en base a principios de equidad según méritos, valores y grado de formación.
2.- Compensación psicológica
El pago del salario económico no es suficiente cuando un trabajador no se siente reconocido o de utilidad, por lo que las palabras de aliento y agradecimiento siempre serán bien recibidas y permitirá que el empleado aumente su identificación y compromiso con la empresa.
3.- Flexibilidad horaria
Este es uno de los aspectos más valorados, ya sea a través de horarios flexibles, reducciones de jornada, tiempo para asuntos propios o incluso teletrabajo. Al reconocer su grado de autonomía, el trabajador tendrá la sensación de ser tratado como persona y no únicamente como un número o una parte de una cadena de producción.
4.- Conciliación familiar y personal
Junto con la flexibilidad horaria, la empresa puede incorporar otras medidas para facilitar un equilibrio entre la vida laboral y familiar o personal, como por ejemplo: servicios de comedor, guardería, transporte gratuito, lavandería, seguros de salud o iniciativas para fomentar el bienestar y la salud física, entre otras.
5.- Comunicación
Los trabajadores aprecian que en la empresa existan líneas abiertas para comunicarse tanto con sus iguales como con sus superiores jerárquicos. Habilitar entonces canales para ello puede evitar que eventuales problemas acaben generando situaciones negativas mayores.
6.- Clima laboral
Un ambiente de trabajo donde reine el compañerismo siempre será importante, por lo que también lo son las actividades de teambuilding, los espacios de esparcimiento, los programas de voluntariado e incluso las políticas de diversidad.
7.- Misión, visión y valores compartidos
Especialmente entre los más jóvenes, uno de los aspectos más importantes a la hora de postular a una oferta laboral se relaciona con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de la empresa. Hay, de hecho, quienes no trabajarían para una con mala reputación, aunque tuvieran un mayor salario, ya que compartir su filosofía y valores ayuda a sentirse mejor con el empleo.
Una empresa no tiene que ofrecer todas estas medidas a la totalidad de sus trabajadores. Lo ideal, más bien, es que los incentivos sean personalizados, pero de todas formas, el salario emocional juega un papel esencial en la gestión y retención del talento. Sin renunciar al sueldo monetario más alto posible, los trabajadores desean también disfrutar de buenas condiciones laborales y éstas pueden acabar decidiendo una contratación o una renuncia.
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